Permisos de maternidad y paternidad en Suecia: comparativa con España y ventajas para las familias

Introducción: Suecia es mundialmente conocida por sus políticas familiares generosas y un avanzado equilibrio entre vida laboral y personal. Este país escandinavo ha desarrollado un sistema de apoyo integral a las familias, que abarca desde permisos parentales prolongados hasta ayudas económicas por hijo, servicios gratuitos de salud dental para niños y comedores escolares subvencionados. Todo ello contrasta con la realidad de países como España, donde las prestaciones han mejorado en los últimos años pero siguen siendo más limitadas. En este reportaje exploraremos cómo funcionan los permisos de maternidad y paternidad en Suecia, qué beneficios adicionales disfrutan las familias suecas al criar hijos, y compararemos este panorama con la situación actual en España. El tono será divulgativo y analítico, para entender no solo qué derechos existen sino también qué implican en la vida cotidiana de padres y niños.
Permisos de maternidad y paternidad en Suecia
Suecia cuenta con uno de los sistemas de permisos parentales más generosos del mundo. Por cada hijo nacido o adoptado, los progenitores disponen de un total de 480 días de permiso parental pagado, lo que equivale a unos 16 meses en total. Si hay dos progenitores, a grandes rasgos cada uno tiene derecho a la mitad (240 días). De esos días, 90 están reservados exclusivamente para cada progenitor y no se pueden transferir al otro (es decir, aproximadamente 3 meses son de uso “obligatorio” por la madre y 3 meses por el padre, o por cada miembro de la pareja). El resto del tiempo sí puede repartirse libremente entre ambos según decidan. En caso de familias monoparentales, esa única persona puede utilizar los 480 días completos.
Una de las grandes ventajas del modelo sueco es la flexibilidad en el uso del permiso. No es obligatorio gastar todos los días de baja seguidos ni inmediatamente tras el nacimiento. Los padres pueden guardar parte de esos días para más adelante: de hecho, pueden utilizar su permiso parental en cualquier momento hasta que el niño cumpla 8 años (o finalice el primer año de escuela primaria). Muchos progenitores toman la mayor parte de la baja durante el primer año de vida del bebé, pero algunos se reservan días para cubrir vacaciones escolares o para trabajar jornadas reducidas durante varios meses. Es posible incluso tomar el permiso a tiempo parcial (por ejemplo, media jornada laboral y media jornada de permiso), lo que permite prolongar la duración total en casa con los hijos de forma muy adaptable a cada familia.
Durante el periodo de permiso parental, el Estado sueco abona una prestación económica denominada föräldrapenning. Esta prestación corresponde aproximadamente al 80% del salario del progenitor que se ausenta, hasta un cierto tope máximo mensual. Este porcentaje del 80% se aplica durante los primeros 390 días de permiso; los últimos 90 días se pagan con una cantidad fija algo inferior (un nivel básico garantizado). A pesar de no ser el sueldo completo, el apoyo estatal es significativo y, unido a complementos que a veces ofrecen los convenios laborales, hace viable que la gran mayoría de padres en Suecia aprovechen prácticamente la totalidad de su permiso.
El permiso por nacimiento en España: situación actual
España ha recorrido un camino de reformas recientes para equiparar y ampliar los permisos de maternidad y paternidad, aunque partía de una situación más limitada. Desde enero de 2021, cada progenitor contaba con 16 semanas de permiso por nacimiento (lo que antes se llamaba baja maternal y paternal), totalmente pagadas, pero tras las ultimas modificaciones del este mes de julio de 2025, queda de este modo:
A partir del 1 de enero de 2026, cada progenitor tendrá:
- 17 semanas de permiso retribuido por nacimiento, de las cuales:
- 6 semanas serán obligatorias inmediatamente tras el parto o adopción.
- Las 11 restantes podrán usarse durante los primeros 12 meses.
- 10 semanas adicionales de permiso parental, de las cuales:
- 2 serán retribuidas a partir de 2026.
- 8 seguirán siendo no retribuidas por el momento.
En total, cada progenitor podrá acceder a 27 semanas (17 + 10), aunque sólo 19 serán retribuidas. Las familias monoparentales podrán acumular los permisos de ambos progenitores: 34 semanas retribuidas, más 10 adicionales (2 de ellas retribuidas).
El permiso podrá usarse de forma flexible y no simultánea. También podrá disfrutarse a tiempo parcial. Este avance sitúa a España a la vanguardia en igualdad parental en Europa, especialmente por la obligatoriedad de uso individual e intransferible.
Esto significa que tanto la madre como el padre dispondrán de al menos 17 semanas retribuidas cada uno para cuidar al bebé, con la Seguridad Social cubriendo el 100% de su salario durante ese periodo. Esta equiparación, junto con las nuevas semanas parentales, sitúa a España entre los países europeos más avanzados en igualdad en los permisos parentales, sobre todo por el carácter intransferible y obligatorio de parte del permiso para cada progenitor.
El esquema establece que de esas 17 semanas, 6 serán obligatorias e ininterrumpidas inmediatamente tras el parto o adopción, y las 11 restantes podrán disfrutarse de forma flexible durante el primer año de vida del bebé, a tiempo completo o parcial.
Además, cada progenitor contará con 10 semanas de permiso parental, que podrán utilizarse hasta que el hijo cumpla 12 años. 2 de esas semanas serán retribuidas desde 2026, mientras que las 8 restantes seguirán siendo no remuneradas por el momento.
Esto eleva el total a 27 semanas de permiso individual (17 + 10) por progenitor, 19 de ellas pagadas, y hasta 34 semanas retribuidas en el caso de familias monoparentales, que podrán acumular los permisos de ambos progenitores. La reforma también contempla futuras ampliaciones del permiso parental retribuido si hay disponibilidad presupuestaria.
Cabe señalar que, tras agotar las semanas retribuidas, muchas familias en España aún deben buscar soluciones de cuidado para cubrir los meses restantes. Es habitual recurrir a abuelos u otros familiares, o bien a guarderías (públicas o privadas), a menudo a partir de los 5 o 6 meses de edad. Esta reincorporación temprana al trabajo contrasta con el modelo sueco, donde los permisos permiten que uno de los progenitores permanezca en casa durante prácticamente el primer año completo del niño, y con gran flexibilidad incluso en los años siguientes.
Diferencias entre Suecia y España en los permisos parentales
- Duración total del permiso: Suecia ofrece hasta 480 días (16 meses) por hijo, mientras que España ofrecerá 27 semanas por progenitor (54 entre ambos, o 68 en familias monoparentales). Aun con la ampliación, Suecia sigue ofreciendo aproximadamente el doble de tiempo de permiso retribuido.
- Flexibilidad temporal: En Suecia, el permiso puede usarse de forma muy flexible hasta que el niño cumpla 8 años. En España, los 17 + 2 semanas retribuidas deben usarse en los primeros 12 años, pero la mayoría durante el primer año. Aunque hay mejoras, la flexibilidad sigue siendo más amplia en el modelo sueco.
- Implicación del padre: En España, la obligatoriedad e intransferibilidad del permiso ha hecho que prácticamente todos los padres usen sus semanas, logrando una corresponsabilidad real. En Suecia, aunque hay incentivos (90 días reservados), todavía las madres suelen tomar la mayoría del permiso, y la participación del padre se sitúa en torno al 30%.
- Remuneración y ayudas económicas: España paga el 100% del salario durante 17 semanas y 2 del permiso parental. Suecia paga el 80% durante 390 días. Aunque la remuneración inicial es mayor en España, Suecia proporciona más tiempo y una red complementaria de ayudas por hijo y servicios gratuitos (como guarderías asequibles, comida escolar y atención dental).
Ayudas económicas por hijo en Suecia
Más allá del tiempo libre para cuidar, Suecia apoya a las familias con ayudas directas por cada hijo. El barnbidrag o subsidio infantil es una asignación universal que se paga mensualmente por cada menor de 16 años (luego continúa en forma de ayuda estudiantil en la adolescencia). Actualmente el importe es de 1.250 coronas suecas al mes por hijo, equivalentes a unos 115 euros mensuales aproximadamente. Esta ayuda es igual para todas las familias, con independencia de sus ingresos o situación laboral, y se abona automáticamente desde el nacimiento (o desde que la familia reside en Suecia con el niño).
Además, existe un suplemento por familias numerosas (flerbarnstillägg), de modo que cuantos más hijos tiene una familia, mayor es la cantidad total recibida. Por ejemplo, por dos hijos se obtienen 1.250 + 1.250 = 2.500 SEK mensuales de asignación base, más un suplemento de 150 SEK, sumando 2.650 SEK en total (unos 245 €); por tres hijos, 3.750 SEK más 730 SEK de suplemento, total 4.480 SEK (~415 €). El suplemento sigue aumentando para cuatro o más hijos, apoyando a las familias de mayor tamaño.
En contraste, España no cuenta con una prestación universal por hijo comparable. Solo existen ayudas familiares para hogares de bajos ingresos o situaciones particulares (por ejemplo, una pequeña asignación para menores con discapacidad, o complementos dentro del Ingreso Mínimo Vital). En general, las familias españolas de clase media no reciben pago mensual alguno por tener hijos, a diferencia de las suecas. Esto hace que en Suecia criar niños venga acompañado de un alivio económico directo por parte del Estado, mientras que en España los costes recaen más enteramente en la familia.
Servicios públicos para familias: salud, educación y cuidados
Otro factor clave que facilita la crianza en Suecia es la disponibilidad de servicios públicos gratuitos o asequibles orientados a los niños:
- Salud y cuidados médicos: La atención sanitaria en Suecia es mayoritariamente gratuita o de muy bajo costo gracias al Estado de bienestar. Dar a luz en un hospital público no conlleva factura para los padres, y el seguimiento médico del embarazo y del bebé está cubierto. Además, los niños tienen atención dental gratuita en el sistema público; actualmente, la odontología sin coste se garantiza hasta los 18 años (en algunas regiones hasta los 23 años en el pasado, aunque la norma nacional reciente la sitúa en 19). Esto significa que revisiones, empastes e incluso tratamientos costosos como ortodoncia infantil suelen estar cubiertos sin cargo para la familia. En España, en cambio, la sanidad pública no cubre la mayoría de tratamientos dentales: los padres deben costear de su bolsillo las visitas al dentista de los niños (salvo algunas revisiones básicas o programas puntuales).
- Educación y alimentación escolar: La educación pública sueca es gratuita desde la etapa preescolar hasta la universidad. Todos los colegios ofrecen comedor escolar gratuito a los alumnos de educación obligatoria (6 a 16 años). Cada día, los niños reciben un almuerzo equilibrado en el colegio sin que los padres tengan que pagar por ello. También los materiales escolares, libros de texto y actividades básicas están financiados por el Estado. En España, si bien la educación pública también es gratuita en matrícula, no incluye el comedor en la mayoría de los casos (las familias deben pagarlo si quieren ese servicio, salvo ayudas para quienes lo necesiten). Tampoco los libros y material están cubiertos universalmente, representando un gasto significativo cada curso para muchas familias.
- Guarderías y cuidado infantil: Desde que un niño cumple 1 año en Suecia, tiene garantizada una plaza en una guardería pública (förskola) si sus padres la necesitan. Las guarderías municipales suecas tienen costes muy reducidos gracias a las subvenciones estatales. Existe un tope de tarifa (maxtaxa) según el cual una familia paga como máximo alrededor de 1.500 SEK mensuales (unos 130-150 €) por el primer hijo en horario completo, y las cuotas disminuyen para el segundo y tercer hijo. En muchos casos se paga menos dependiendo del ingreso familiar, pero nunca más de ese máximo. En España, la oferta pública de educación infantil de 0 a 3 años es limitada, y muchas familias recurren a guarderías privadas con costes mucho mayores (varios cientos de euros al mes), lo que supone una carga económica extra si ambos padres trabajan.
- Permiso por hijos enfermos (VAB): En Suecia, si un niño se pone enfermo, uno de sus padres puede acogerse al VAB (abreviatura de vård av barn, “cuidado del niño”) y quedarse en casa para atenderlo, recibiendo aproximadamente el 80% de su sueldo durante esos días. Cada progenitor tiene hasta 120 días al año disponibles para ausentarse por enfermedad de un hijo sin perder la mayor parte de sus ingresos. Esto aporta tranquilidad cuando los pequeños caen enfermos con gripes, otitis, etc. En España, no existe un permiso retribuido equivalente para cuidar a un hijo enfermo salvo casos muy graves; normalmente los padres deben usar días de vacaciones o buscar apoyo externo cuando el niño no puede ir a la escuela por enfermedad común.
En conjunto, estos servicios públicos suecos –sanidad universal incluyendo odontología pediátrica, educación con comedor gratuito, guarderías asequibles aseguradas, y permisos remunerados para cuidar a los hijos enfermos– reducen significativamente el coste directo y el estrés logístico de tener hijos. Muchos gastos que en otros países asumen las familias, en Suecia están cubiertos o subsidiados por la colectividad.
Las ventajas de tener niños en Suecia
Vistas todas estas políticas, podemos concluir que Suecia ofrece un entorno muy favorable para formar una familia. Algunas de las ventajas más notables de tener hijos en Suecia son:
- Más tiempo y mejor conciliación: Los permisos parentales largos y flexibles permiten a los padres pasar mucho más tiempo con sus bebés durante los primeros años, sin tener que abandonar sus carreras. Es posible que un bebé en Suecia pase prácticamente su primer año de vida cuidado en casa por mamá o papá (o ambos por turnos) antes de ir a la guardería. Además, la figura del padre cuidador está normalizada gracias a estos permisos igualitarios. Todo ello se traduce en una conciliación real entre el trabajo y la vida familiar, reduciendo la necesidad de apoyos externos al menos durante ese período crítico.
- Apoyo económico y servicios públicos: Criar hijos conlleva gastos, pero en Suecia el Estado asume una parte importante: las familias reciben dinero cada mes por cada niño, y a la vez ahorran en cosas fundamentales como salud (no pagan pediatra ni dentista), educación (no pagan libros ni comedor escolar) o cuidado infantil (guarderías a bajo coste). Esto alivia la carga financiera y brinda igualdad de oportunidades para que todos los niños, independientemente de los ingresos de sus padres, accedan a cuidados y servicios de calidad.
- Tranquilidad y bienestar familiar: Saber que se cuenta con esta red de apoyo da tranquilidad a los padres. Pueden ausentarse si el niño enferma sin miedo a perder el empleo o el sueldo, pueden permitirse tener el número de hijos que desean con menos barreras económicas, y en general sienten que no están solos en la crianza. Los niños, por su parte, crecen en un entorno que prioriza su bienestar y derechos: con sus padres presentes en sus primeros meses, con acceso a alimentación y atención médica adecuada, y con un sistema educativo que los acompaña desde temprana edad. No es de extrañar que Suecia tenga indicadores altos de calidad de vida infantil y que, comparativamente, su tasa de natalidad sea más elevada que la de países del sur de Europa donde tener un hijo implica más sacrificios individuales.
En definitiva, el modelo sueco demuestra que invertir en las familias y en la infancia tiene grandes retornos sociales: mejora la igualdad de género, el bienestar de los ciudadanos y probablemente sienta las bases para una sociedad futura más sana y equilibrada. España, por su parte, ha dado pasos importantes en la buena dirección (especialmente al equiparar los permisos de paternidad) pero aún puede mirar hacia ejemplos como el sueco para seguir ampliando las medidas de apoyo a las familias. Tener hijos siempre será una decisión personal importante, pero en un entorno tan beneficioso como el sueco, esa decisión puede tomarse con mucha más confianza y menos incertidumbres que en otros lugares.